Por Felipe Duque
El partido de Boca contra Racing en el Cilindro de Avellaneda dejó muchas polémicas. El encuentro finalizó en un empate 0-0 que tranquilamente podría ser un resultado aburrido, sin embargo, el desarrollo del mismo demostró todo lo contrario y por distintas cuestiones, el resultado no logró moverse.
Ambos equipos tuvieron la chance de sumar en el marcador. La Academia fue sumamente superior al equipo de Hugo Ibarra durante todo el primer tiempo y gracias a un santificado Rossi, pudo mantener el arco en cero. Por otro lado, en la segunda mitad Boca tuvo la oportunidad de aventajarse, sin embargo, tampoco tuvo la suerte necesaria para lograrlo.
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Además, la última jugada del partido fue la polémica de la noche. Ya que el VAR llamó al árbitro Fernando Rapallini para que revise una jugada en particular, donde en la misma se puede observar al jugador de Racing, Gómez, tomando la pelota con la mano dentro del área rival en una disputa con Sebastián Villa.
Tras observar detenidamente la jugada en el monitor del VAR, todos los hinchas pensábamos que cobraría la falta y sería penal para Boca. Sin embargo, a sorpresa de todos, el juez decidió no cobrar dicha falta y finalmente dio por finalizado el partido. Un hecho que dejó indignado a todo el plantel del Xeneize y obviamente a sus hinchas.
El cuerpo arbitral conformado por Rapallini a la cabeza fue consultado acerca de la decisión negativa de cobrar penal a favor del Xeneize. Estos contestaron que en el momento consideraron que la mano ejercida por Gómez no fue con intención de tocar la pelota y fue debido a una acción propia del juego. Insólito.
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